UN RINCÓN MÁGICO
Paraty: que según tengo entendido, en lengua Carioca significa «Criadero de Peces», es una pequeña ciudad de unos 33.000 habitantes, ubicada en el extremo occidental del estado de Río de Janeiro.
Fue fundada por la corona Portuguesa allá por los años 1.530 aprox. y durante la colonia ( hasta 1.815 ) se convirtió en el principal puerto de embarque de oro de Brasil a Portugal.
Luego
de ésta pequeña reseña, vamos a lo que mas interesa: si estas
pensando en viajar a Río de Janeiro, deja un par de días para
visitar ésta ciudad. La mayoría de turistas hacen una excursión
contratada de un día, van por la mañana y regresan por la tarde, yo
la primera vez lo hice así y cuando regresaba a Río sentía que me
había perdido lo mejor.
En mi siguiente viaje ( debo aclarar que
para mí Río es una de las ciudades mas bonitas del mundo y quizás
por eso la he visitado una docena de veces, ¡me encanta! ) decidí
quedarme unos días aquí para descubrir a que se debía esa
sensación que tenía de haberme perdido algo…
Corrían los
últimos años de los 80′ y Paraty era un pueblo pequeño, no se
extendía mucho mas allá del casco histórico, por lo que veo ahora
en Internet, ha crecido mucho y espero que no haya perdido su
esencia.
Al
bajar del autobus, un grupo de niños se nos acercaron para ofrecer
su «servicio» como guía, ( no son oportunistas ni
mendigos, son niños del pueblo, que el mismo ayuntamiento los
prepara y anima a mostrar su ciudad, solo a cambio de una propina, en
dinero o golocinas, se conocen cada rincón del casco antiguo y todas
las pousadas: pequeños hoteles familiares ). Una vez que nos guiaron
hasta la que teníamos reservada, dejamos nuestras cosas y salimos a
recorrer sus calles ( por las que no circulan coches ) con sus
grandes y centenarios empedrados.
Aquí el tiempo pierde su implacable influencia, todo se hace mas lento, apacible, quizás por ese clima cálido y muy, muy húmedo, el silencio, el andar pausado y sin prisa de su gente, es como retroceder varios siglos en el tiempo, no se, pero te invade una paz y una relajación difícil de explicar.
La hora, para mí, mágica, es el atardecer, cuando la marea de turistas se ha marchado y las calles quedan casi desiertas, cuando los últimos rayos de sol se van apagando y las tenues luces comienzan a encenderse, va desapareciendo el murmullo en las callejuelas, todo es invadido por una sensación muy especial.
Este no es un lugar para quienes van buscando centros comerciales, tiendas de lujo, afamados restaurantes, hoteles de 5 estrellas o fiesta, todo lo contrario, es para quien busca paz, simpleza, naturaleza y hasta encontrarse consigo mismo. De su gente podrás aprender que con muy poco se puede ser realmente feliz y si te dejas llevar, casi de inmediato te contagiaran su alegría. Para ello es requisito indispensable prescindir de todo lo que nos ate al mundo moderno, hay que dejar en el hotel los móviles, tablets, portátiles, etc. y por sobre todo «archivar» los relojes.
Por la noche, luego de cenar, les recomiendo que busquen en alguno de esos pequeños y tradicionales barcitos, ya que seguro podrán dar con músicos que espontáneamente improvisen un concierto, se toparán con poetas, pintores y hasta algún filósofo, sin título, que les podrá enseñar algunos secretos de la felicidad.
Toda esa es gente del pueblo que se reúne a tomar unas cervezas o caipirinhas y a compartir su arte y sabiduría con cualquiera que quiera escuchar. El carácter brasileño, alegre, místico y extrovertido es ideal para ver que hay otras maneras de encarar la vida.
Durante el día y dado que en el mismo pueblo, las playas no son buenas, les recomiendo contratar una excursión en un «Saveiro» o “Escuna” una especie de goleta antigua que navega entre las decenas de islas próximas y los dejarán unas horas en alguna playa desierta, de aguas cristalinas y fina arena. Estos barcos suelen dar servicio de bar y comida a bordo o bien un almuerzo en la misma playa. es muy bueno y mucho mas rústico que los que habitualmente se hacen desde la zona de Angra dos Reis, por lo tanto, para mi tiene mas encanto.
Al regresar a puerto en ese antiguo barco de madera y quizás por la «complicidad» de la luz del sol, es inevitable sentir y ver lo mismo que experimentaban los marinos portugueses allá por los siglos XV o XVI,
es una sensación muy agradable, jugar con el tiempo.
Paraty,
siempre llevaré en mi mente y en mi corazón, tu paz y tu bohemia,
Gracias!!
Datos útiles
BUS Río – Paraty: Hay un autobús de línea que demora unas 4 horas, sale de la Rodoviaria Novo Río
de la empresa Costa Verde.
Billete de ida, aprox 19,50 €
Billete ida y vuelta: aprox. 37,60 € ( siempre sujeto a la paridad entre el Real y el Euro )
Clima: Cálido y húmedo, en verano las temperaturas máximas oscilan en los 35º y en invierno las mínimas no suelen bajar de los 12º.
Alojamiento en una Pousada; Habitación doble, con desayuno tropical, las encontrarás desde los 20 o 25 € las dos personas, en las mas sencillas y de ahí para arriba dependiendo el lujo y confort.